#PalaceteEnRemodelación
Me propuse escribir al menos una vez a la semana y cumpliré. Cumpliré aunque me salgan entradas chaquetonas como ésta:
Desde hace unos meses el palacete está en remodelación y todos los súbditos debemos continuar con nuestros quehaceres sin importar el ruido de los taladros, los martillos, las sierras eléctricas y las otras herramientas que desconozco, pero que sé que también son responsables del ruidazo de todos los días.
La buena noticia es que la remodelación incluyeron ventanas. Sí, las ventanas que por error no le pusieron al edificio hace veintitantos años, razón por la cual no sabemos si es de día o de noche, si llueve o graniza, si el mundo sigue o ya se acabó y se murieron todos allá afuera… ¡esas ventanas!
No, claro que no. No habrá ventanas, pero habría sido lindo.
Tampoco hay buenas noticias, nos dijeron hace unos días que nos moverán de lugar y tendré que deshacerme de mis porquerías muchas de mis cosas porque en los nuevos escritorios hay menos espacio.
Lo más triste son las calcomanías. Si saben de algún lugar donde pueda encontrar más y más calcomanías para tapizar el nuevo lugar, avísenme porfas. Las que tengo las conseguí en bazares y algunas me las regaló Ceci.
El lunes es la mudanza, a lo mejor consigo una caja para que todo sea más dramático. Las bolsas de plástico son muy poco decorosas.





Las fotos fueron un excelente pretexto para escribir menos (ajá, como en la escuela). Más fotos de la mudanza el lunes.
Te compraré más calcomanías y cosas!
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