Oye, ya no quiero ser tu amiga

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En mi opinión uno colecciona amigos, personas muy especiales que encuentras a lo largo de tu vida y valoras, admiras, aprecias y atesoras. Algunos tienen pocas piezas muy selectas y otros recogen cualquier cochinada que encuentran por ahí.

Y como pasa en toda colección, hay elementos que con el tiempo pierden valor, se llenan de polvo y en todo caso terminan por estorbar.

Lástima que no hay un Ebay para deshacerse de esos amigos que uno ya no quiere. Me refiero a que ojalá hubiera una forma más práctica de terminar con amistades.

Si lo piensan hay un montón de formas claras para acabar todo tipo de relaciones. En el trabajo te corren o renuncias, del matrimonio te divorcias o cuando menos te separas, con un novio cortas, al vecino lo mandas a chingar a su madre, pero yo diría que es la fecha en que la humanidad desconoce cómo terminar una amistad.

Y a diferencia de muchos otros aspectos de la vida, la tecnología sólo lo empeora todo. Facebook y WhatsApp son excelentes medios para aferrarse a relaciones que ya no dan para más.

En mi experiencia sólo hay dos formas de terminar una amistad. Las dos, chafas e inconvenientes.

Una es la distancia.

Echar tierra de por medio, como dicen, parece infalible, claro y cómodo. La mala noticia es que casi siempre resulta al revés porque así es la vida: culera. Te pone a las personas que menos quieres ver, cuando menos estás listo para reencontrarlas, en el lugar donde menos las esperabas (y si no es verdad, ¿entonces por qué me encuentro a los vecinos siempre que salgo en pijama? A ver, por qué).

Además hay personas que no entienden indirectas porque así son las indirectas, son poco claras, nada evidentes, en absoluto obvias y eso: no directas. Así que lo mismo y la otra persona ni se imagina que esos mensajes ignorados, esas citas canceladas y esas largas significan que a ti te vale un pito la dichosa amistad y, lo que es más, te urge acabarla.

Luego está el otro camino que es aún peor. La otra forma que conozco para acabar con una amistad es con un problema, una diferencia que termina en pleito, algún reclamo que no se sabe manejar, traicionando, intrigando, tirando mierda, haciendo las cosas mal. Esto ni siquiera tendría que contar como un paso a seguir, pero a veces pasa.

Ojalá pudiera decir: oye, ya no quiero ser tu amiga. Ojalá yo misma pudiera escucharlo y aceptarlo así nada más. Pero, como decía, es 2015 y la humanidad sigue con sus mamadas.

Mi colección de amistades se está llenando de mugrero.

¿Cómo va la suya?

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