Lo que no ha pasado desde que me mudé

Casa

Hace unos días cumplí seis meses de vivir con Anuar. Entre los deseos propios y las advertencias de ajenos, estaban a tope las expectativas de cuánto se transformaría nuestra existencia en esta nueva etapa.

Quizá deba escribir un post similar en unos ¿10 años?, pero mientras puedo decirles que hay muchas cosas que siguen exactamente igual, que no ocurrieron o que han sido distintas a como, supuse, serían al compartir mi vida con mi pareja («MI-PAREJA» JAJA QUÉ CHIDO).

Lo primero es que no me hace sufrir el quehacer. Y yo no sé por qué los adultos experimentados gozaban recordándonos que ahora nosotros nos encargaríamos de la limpieza del hogar y uff qué horror y uy ahora sí que sabríamos lo duro de la vida.

Mentira, les digo. Me gusta tener mi casa limpia. Sí, me da flojera la labor hogareña y sí, también es cierto que una vez a la semana va una aliada a echarnos la mano con eso, pero todavía no me dan ganas de matarme por lavar platos ni por barrer un poco. Perdón.

Todavía no llega la semana en que yo salga de casa todos los días con llaves. No saben qué pesadilla. O más bien sí saben, aquí les conté lo mal que la paso con mis descuidos y, aun así, casi cada semana olvido mis llaves al menos un día. Ayer tuve que pagar un Kangou para me enviaran el duplicado de Anuar y yo pudiera entrar al depa.

Así que otra cosa que no ha pasado desde que me mudé es sacar duplicados de mis llaves. Debería de tener cientos.

Tampoco he podido ahorrar. Quién lo diría pero los adultos experimentados en algo no se equivocaron y es que los gastos de vivir por cuenta propia me han rebasado. Apenas junto algo y ya hay muy buena oportunidad para gastarlo, como el mantenimiento, el predial o la comida del perro que no pagábamos antes.

Tristemente no me he vuelto más ordenada. Todo este tiempo pensé que la del desastre era mi hermana, pero a juzgar por mi clóset es claro que yo tengo mis defectitos que ni la convivencia con Anuar me ha curado.

Crecí segura de que yo podía dejar mis zapatos a la entrada de la casa, mi pijama en el baño y la ropa sucia fuera del bote porque alguien o algo se encargaba de colocar todo en su sitio y dejar mi cuarto listo para que yo volviera a tirarlo al día siguiente. Para mi sorpresa encontré que no es así, entonces estoy trabajando en eso, pero no tan rápido como quisiera o debería.

No soy tan mala en la cocina. De hecho nos va bastante bien, cocinamos casi a diario y nuestros lonches cada vez mejoran en sazón y complejidad (chócalas, Anuar).

En consecuencia, no he subido de peso. Meh… tampoco he bajado o sólo muy poco, pero es una excelente noticia para mí y una prueba para (otra vez) los adultos experimentados que nos auguraron días de pizza y obesidad.

No hemos discutido ni una sola vez por algo de veras importante, no hemos cambiado focos, no nos hemos quedado sin gas, no uso más mi coche, no calculamos bien el súper todavía, ¡no roncamos!, no nos arrepentimos ni un sólo día de nuestra decisión y no, ma, no estoy embarazada.

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Cora Bravo View All →

Mi animal espiritual es un perrito con un croc en la cabeza.

4 Comentarios Deja un comentario

  1. Soy tú seguidora, me encantó el anterior del meme de Ceci, de como redactas y las moralejas que dejas, y felicidades de vivir en pareja, eso es tan difícil como la pareja decida vivir, el secreto es la comunicación y tratar de resolver el problema a tiempo y no dejarlo crecer, saber escuchar y conciliar un buen trato para las dos partes y la cooperación de ambas, cuando una de las dos partes se niega a escuchar o a conciliar vienen los problemas, y se empiezan a ver los defectos de la pareja cada vez más grandes, apagando el cariño, la tolerancia y el respeto, por ello la importancia de ser oreja, conciliar y cooperar, prometer y cumplir el compromiso para ambas partes. En fin FELICIDADES!!! y… quiero ver este blog con el mismo tema en diez, veinte y más, les deseo lo mejor, besos y abrazos para ambos se que esto lo hacen con mucho amor y dedicación, lo económico con el tiempo lo tendrán que solucionar, es tan difícil como uno se lo proponga y sacrificar cosas para obtener otras, pero van super bien!!

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  2. Yo tengo 2 años que deje la casa de mis papás para vivir con Manuel, y no me quejo, ya calculamos mejor el súper pero aun no es perfecto, no hemos peleado a ese grado de quererle dejar de hablar y No estoy embarazada!! Excelente que te vaya bien y seguro te ira mejor. No debe de ser malo solo porq los demás lo dicen.

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